Ángel con punta de alfiler

Ángel con punta de alfiler
«Si pensamos en la novela como una inyección para curar algún mal; encontraremos que la novela de Óscar Ureña, Ángel con punta de alfiler, puede ser compuesta por aceites dorados de fructosa que arden como infiernos subcutáneos después del pinchazo de la realidad y, cuando la enfermedad de la ignorancia se siente herida, es cuando el medicamento llega a su estado químico más efectivo y convence a la realidad enferma de aceptar la ficción como única solución de esta pandemia espiritual. En esta obra, el autor nos deja abierto un punto clave para descifrar el problema de la conquista espiritual, el trauma del pecado y la expiación por medio del sacrificio de las antiguas tradiciones, mostrando así que la visión de los vencidos, aún en nuestros días, sigue causando estragos y nunca deja de ser interesante»
«Si pensamos en la novela como una inyección para curar algún mal; encontraremos que la novela de Óscar Ureña, Ángel con punta de alfiler, puede ser compuesta por aceites dorados de fructosa que arden como infiernos subcutáneos después del pinchazo de la realidad y, cuando la enfermedad de la ignorancia se siente herida, es cuando el medicamento llega a su estado químico más efectivo y convence a la realidad enferma de aceptar la ficción como única solución de esta pandemia espiritual. En esta obra, el autor nos deja abierto un punto clave para descifrar el problema de la conquista espiritual, el trauma del pecado y la expiación por medio del sacrificio de las antiguas tradiciones, mostrando así que la visión de los vencidos, aún en nuestros días, sigue causando estragos y nunca deja de ser interesante»