Mujer alada pero rota no vuela

Mujer alada pero rota no vuela
Este libro de crónicas de Michelle Roe es un espejo. Un espejo que hace visible pedazos duros o hermosos de la vida de mujeres que, como Michelle, piensan, viven, aman o desean a otras mujeres. Un tema tabú. Un abordaje polémico, pues al mostrar cómo hiere la intolerancia, pone en primer plano las cicatrices. Son historias que no sabíamos o que no queríamos saber o que, incluso, hemos querido negar. Historias que nos conmueven o emplazan. Sin disfraces. Sin sonrojos. Sin remilgos. Desde ese espejo con que la autora busca verse y que las veamos. Con un lenguaje que invoca el respeto, porque parece salir de las bocas de mujeres que, aun excluidas o rotas, quieren tener las mismas alas y derechos con que cuenta cualquier ser humano. Froilán Escobar
Este libro de crónicas de Michelle Roe es un espejo. Un espejo que hace visible pedazos duros o hermosos de la vida de mujeres que, como Michelle, piensan, viven, aman o desean a otras mujeres. Un tema tabú. Un abordaje polémico, pues al mostrar cómo hiere la intolerancia, pone en primer plano las cicatrices. Son historias que no sabíamos o que no queríamos saber o que, incluso, hemos querido negar. Historias que nos conmueven o emplazan. Sin disfraces. Sin sonrojos. Sin remilgos. Desde ese espejo con que la autora busca verse y que las veamos. Con un lenguaje que invoca el respeto, porque parece salir de las bocas de mujeres que, aun excluidas o rotas, quieren tener las mismas alas y derechos con que cuenta cualquier ser humano. Froilán Escobar