Apuntes para gobernar bien

Usted y yo, estimado lector, estamos desconcertados, incrédulos, quizás indignados, por la incapacidad del Gobierno de la República para atender las demandas ciudadanas y dar solución a los problemas que sufre el país. No comprendo, ni remotamente, cómo una persona que ha dedicado su vida a la política y ha invertido millones de colones en campañas electorales para ser Presidente de la República, una vez en el poder, sin sonrojarse siquiera, diga que el país es ingobernable. Esto no es cierto. Lo que sucede es que estamos siendo mal gobernados y no hay voluntad política para gestionar bien lo que está mal en el país. Gobernantes que no saben, no quieren o no pueden gobernar deberían renunciar o mejor aún, los ciudadanos deberíamos tener la opción de revocarles su mandato. La solución de los problemas es fácil, porque no estamos en una situación de paro general, ni en un estado de guerra entre nosotros o con algún país vecino, ni sufrimos las consecuencias de ningún desastre natural. En este ensayo propongo, que si afrontamos los problemas con sentido crítico, de manera inteligente y constructiva, podemos volver a construir y soñar en grande. Costa Rica no sería el país que tenemos, si no hubiese sido por la capacidad y valentía de nuestros ancestros para superar las dificultades que se presentaron en su camino. Con renovados bríos tenemos que hacer algo para corregir los torcidos rumbos de la cosa pública, para mejorar nuestro bienestar personal y el de toda la sociedad. La tarea es de todas las personas, aunque algunas sean más responsables que otras del descalabro en el que nos encontramos. ¡Un gobierno o un Estado son tan buenos o mediocres como permitimos los ciudadanos!
Usted y yo, estimado lector, estamos desconcertados, incrédulos, quizás indignados, por la incapacidad del Gobierno de la República para atender las demandas ciudadanas y dar solución a los problemas que sufre el país. No comprendo, ni remotamente, cómo una persona que ha dedicado su vida a la política y ha invertido millones de colones en campañas electorales para ser Presidente de la República, una vez en el poder, sin sonrojarse siquiera, diga que el país es ingobernable. Esto no es cierto. Lo que sucede es que estamos siendo mal gobernados y no hay voluntad política para gestionar bien lo que está mal en el país. Gobernantes que no saben, no quieren o no pueden gobernar deberían renunciar o mejor aún, los ciudadanos deberíamos tener la opción de revocarles su mandato. La solución de los problemas es fácil, porque no estamos en una situación de paro general, ni en un estado de guerra entre nosotros o con algún país vecino, ni sufrimos las consecuencias de ningún desastre natural. En este ensayo propongo, que si afrontamos los problemas con sentido crítico, de manera inteligente y constructiva, podemos volver a construir y soñar en grande. Costa Rica no sería el país que tenemos, si no hubiese sido por la capacidad y valentía de nuestros ancestros para superar las dificultades que se presentaron en su camino. Con renovados bríos tenemos que hacer algo para corregir los torcidos rumbos de la cosa pública, para mejorar nuestro bienestar personal y el de toda la sociedad. La tarea es de todas las personas, aunque algunas sean más responsables que otras del descalabro en el que nos encontramos. ¡Un gobierno o un Estado son tan buenos o mediocres como permitimos los ciudadanos!